Tras lo peor de la tormenta, y en vista de las medidas que anunciaban una nueva desescalada, vimos, o creímos ver, la luz al final del túnel pandémico con el consiguiente retorno a una normalidad. Parecía estar escrito que la cosa no podía ser tan fácil.
El presidente de la federación rusa decidió comenzar una invasión militar de un país soberano en pleno centro de Europa. Las consecuencias del conflicto han sido devastadoras a nivel humanitario, a nivel político y también a nivel económico en todos los países y no han tardado en llegar hasta el nuestro.
El índice de precios al consumo se ha disparado por encima del 10%, lo que implica subidas no conocidas desde hace más de 35 años. El producto emblemático de este incremento descontrolado es la energía en todas sus formas, aunque el encarecimiento abarca todos los productos de primera necesidad, esos que se deben comprar sí o sí, o el importe de las hipotecas a consecuencia de la subida del Euribor.
A este incremento de precios no le ha acompañado la correspondiente subida de salarios, lo que ha provocado una notable pérdida de poder adquisitivo que se prolonga desde 2008 y que parece se va a ir recrudeciendo en los próximos meses. Las previsiones hacen imprescindible la puesta en marcha de medidas correctoras más contundentes encaminadas al control de la inflación, así como revisiones salariales para la clase trabajadora cuyo empobrecimiento se cifra en más de un 10% de un año a esta parte.
El impacto sobre las familias, especialmente para aquellas que cuentan con recursos económicos más escasos está siendo demoledor, hasta el punto de que muchas de ellas se ven seriamente comprometidas para llegar a fin de mes o no pueden hacerlo.
Desde que comenzó la legislatura regional, únicamente se han abordado dos subidas salariales específicas por parte de la dirección del propio SERIS. Una fue el pacto de primaria y la otra, una subida de la cuantía que se paga por la hora de guardia. Vaya por delante que desde UGT Servicios Públicos entendemos este incremento retributivo como necesario dentro del contexto en el que nos movemos, de competencia feroz entre todos los servicios sanitarios para tratar de atraer trabajadores y trabajadoras de determinadas categorías deficitarias.
La subida del importe de la hora de guardia ha supuesto que aquellas y aquellos profesionales que realizan esa prestación dejen de estar en el vagón de cola en lo referente a las cantidades percibidas y se sitúen en niveles más cercanos a lo que se remunera en otros Servicios de Salud por ese concepto. De esta forma se ha mejorado la competitividad del SERIS a la hora de captar profesionales de las categorías tipificadas como “de difícil cobertura”.
La otra subida implementada por el actual ejecutivo fue el Pacto de Primaria, que se presentó como una necesidad urgente que haría de salvavidas para esa parte de la Sanidad Pública riojana que se iba a pique. Pese a la insistencia de UGT Servicios Públicos, la transparencia y la posibilidad de control sobre la eficacia del uso de los 3.800.000 euros de presupuesto anual anunciados por la Administración ha dejado mucho que desear.
En cualquier caso, ambas medidas tienen un denominador común; suponen incrementos salariales que de ninguna manera afectan a los grupos que menos retribuciones perciben. Cabe destacar que en el Servicio Riojano de Salud hay algunos sectores profesionales cuyos ingresos se sitúan muy cerca de la cuantía que marca el Salario Mínimo Interprofesional.
En este contexto ya descrito de incremento de precios de artículos de primera necesidad y de las hipotecas, son estas y estos empleados públicos quienes, de manera más acentuada, se están viendo en verdaderas dificultades a la hora de llegar a fin de mes.
El Sector de Sanidad de UGT-Servicios públicos lleva tiempo haciendo énfasis en la necesidad de centrar los esfuerzos económicos en las y los profesionales que son más vulnerables a los baches de la economía, especialmente cuando estamos sufriendo uno. En este sentido, nos venimos pronunciando en cada foro, mesa o ámbito esperando que los gestores del Servicio Riojano de Salud se muestren receptivos.
UGT Servicios Públicos solicita al Gobierno de La Rioja que ejerza como cabe esperar de un ejecutivo de izquierdas, que atienda de forma prioritaria las necesidades más acuciantes en este preciso momento que es cuando más falta hace. Esta es forma de proceder que muchas y muchos esperamos del ejecutivo regional, con una actitud sensible hacia el que más sufre y claramente diferenciada de la padecida durante décadas.