La Unión General de Trabajadores y las Comisiones Obreras convocan el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una huelga de dos horas por turno para denunciar las brechas existentes en el mercado laboral y dar respuesta a las demandas y las necesidades de las trabajadoras de este país.
Ambos sindicatos convocarán asimismo asambleas, movilizaciones y concentraciones, con el lema «Vivas, libres, unidas por la igualdad», animando a los trabajadores y trabajadoras a participar de forma masiva en las manifestaciones que tendrán lugar el Día Internacional de la Mujer.
La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha subrayado que «UGT y CCOO consideramos que este 8 de marzo tenemos que dar un paso más y por eso convocamos un paro para dar visibilidad a todas las discriminaciones que sufren las mujeres a la hora de acceder al mercado de trabajo y una vez dentro».
«Se trata de dar la dimensión laboral a la iniciativa sindical que proporciona cobertura legal a toda la reivindicación social y civil que se viene articulando y que se va a desarrollar el próximo 8 de marzo» ha añadido, la Secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, Elena Blasco.
Ambas han destacado que las mujeres sufren más la precariedad en el trabajo y que las reformas laborales y los recortes que se acometieron en los años de la crisis, junto con la decisión de este Gobierno de no tomar medidas para avanzar en materia de igualdad, están provocando retrocesos en muchos aspectos.
Según los datos de la EPA, hay más de 10 millones y medio (10.569.000) de mujeres activas; más de 8 millones y medio (8.558.000) de mujeres ocupadas. De estas trabajan a tiempo parcial más de 2 millones (2.066.000). Suponen el 73,74% de todas las personas que trabajan a tiempo parcial. Y hay más de dos millones de desempleadas (2.011.000).
Además, las mujeres son las que asumen mayoritariamente el cuidado de hijos o familiares acogiéndose a permisos, reducciones de jornada y excedencias que tienen consecuencias muy negativas en sus carreras profesionales y en sus cotizaciones de cara a la jubilación.
Por ello, para UGT y CCOO es necesario desarrollar iniciativas como una Ley de Igualdad salarial que termine con la diferencia entre los salarios de hombres y mujeres por el mismo trabajo, desarrollar planes de igualdad o los protocolos contra el acoso o políticas activas de empleo destinadas a las víctimas de violencia de género.
No se debe olvidar tampoco la insoportable realidad de la violencia de género y la prácticamente invisible y silenciada situación del acoso sexual en el ámbito del trabajo.
Ambos sindicatos demandan asimismo mecanismos para corregir las desigualdades y exigen responsabilidades, por un lado al Gobierno -para que asuma su parte, tome medidas y dote de recursos económicos y humanos suficientes los presupuestos destinados a luchar contra todas estas discriminaciones-, y por otro, a los empresarios para que dejen de mirar hacia otro lado.