La financiación de la Educación ha de estar fuera de los intereses partidistas
La Subcomisión del Congreso para un Pacto de Estado Social y Político por la Educación aborda estos días uno de los puntos clave para nuestro sistema educativo, como es la financiación.
En nuestro país existe un retroceso muy marcado en la inversión pública en Educación, que se sitúa en el 3,8% del PIB, lejos de la media de la UE, que está en el 5,3%, y más lejos aún de los países punteros, que están en la franja entre el 6 y el 8% del PIB.
Ya no se puede seguir hablando de siete años de retroceso del gasto educativo. Las cifras cantan. En el año 1992 el PIB para Educación era de un 3,8%, el mismo porcentaje que en el año actual. La inversión educativa fue progresando paulatinamente hasta alcanzar el 4,9% en el 2010, año en el que comienzan los recortes.
El aumento de las partidas destinadas a Educación ha de ser una prioridad de cualquier Gobierno. Tanto el Estado como las CCAA han de incrementar dichas partidas, más aún si se tiene en cuenta que la Educación es un pilar constitucional de nuestro Estado de bienestar y que ha de ser garantizada por los poderes públicos sin merma de su calidad.
Es de máxima urgencia que en nuestro país la financiación alcance lo antes posible el 5% del PIB y que vaya aumentando paulatinamente hasta situarse en la media de la UE. Es el momento de que en el Pacto por la Educación se establezca un compromiso de no situarnos nunca por debajo de dicha media.
Para el sindicato es imprescindible garantizar la financiación pública de nuestro sistema educativo a través de mecanismos que estén por encima de la alternancia política y de las discusiones anuales de los PGE. En este sentido, proponemos que se fije un suelo mínimo de inversión pública y un fondo de cohesión interterritorial para garantizar los servicios esenciales.
FeSP-UGT urge a la Subcomisión a conseguir sin partidismos un acuerdo de financiación que garantice la aplicación de todas las medidas necesarias para alcanzar una enseñanza de calidad y poder desarrollar los principios de igualdad de oportunidades, compensar las desigualdades y unir los términos de calidad y equidad.