FeSP-UGT de La Rioja denuncia que el nuevo adelanto de los exámenes de ESO de septiembre a junio penaliza a los buenos estudiantes y atenta contra la calidad de la Enseñanza. La Consejería de Educación ya tomó el curso pasado de manera unilateral la decisión de trasladar los exámenes de la ESO de septiembre a junio, originando gran desconcierto y caos en los centros educativos por la dificultad de gestionar la atención al alumnado con materias pendientes con el alumnado con todo el curso aprobado.
La obviedad de esta situación obligó al propio consejero de Educación a reconocer importantes desajustes y problemas en los IES y la creación de una comisión de expertos para mejorar la situación caótica. Pero al margen de esto, poco se ha avanzado, puesto que la orden que regula el final de curso es exactamente la misma que el pasado curso ocasionó tantos problemas.
El adelanto de los exámenes ha descolocado el calendario escolar en la ESO y FP, reduciendo el tiempo real de clase y el contenido curricular que reciben los estudiantes, puesto que las calificaciones se han entregado el día 7 de junio y el curso finaliza el día 24 de junio. En este sentido, el alumnado que ha aprobado debe asistir al centro para realizar actividades de refuerzo y recuperación, si bien la realidad es que, o no acuden o no hacen gran cosa.
Así las cosas, el sector de Enseñanza de FeSP-UGT denuncia que el adelanto de los exámenes perjudica a los mejores estudiantes y atenta contra la calidad de la enseñanza porque se hurta al alumnado más de dos semanas de clase, incumpliendo en la práctica los 175 días lectivos que establece la LOMCE .
Un disparate contra el que el sector de Enseñanza de UGT hizo diferentes propuestas, similares a las de otras Comunidades, como País Vasco y Comunidad Valenciana, que llevan más años con esta medida sin que se produzca estos problemas. Sin embargo, una vez más la Consejería de Educación desechó todas ellas.
