Nadie duda del papel fundamental que jugaron las trabajadoras y los trabajadores de los Servicios Públicos durante la pandemia, jugándose la vida por proteger a la ciudadanía.
Lamentablemente, en tan poco tiempo, nos hemos olvidado de lo importante que es tener unos Servicios Públicos fuertes, de calidad y con unas condiciones laborales dignas. Y allí estaban ellas, las mujeres. Constituyen el 80 % de las personas que trabajan en Sanidad y Servicios Sociales. En el sector de las Residencias y de Ayuda a Domicilio son ellas las que cuidan a las personas y dependientes y suponen el 98 % en Educación Infantil, por poner un ejemplo.
Los Servicios Públicos son muy variados, desde la sanidad hasta la limpieza viaria, pasando por la educación, la dependencia y otros muchos otros sectores, que constituyen un pilar fundamental del Estado del bienestar y de la igualdad entre mujeres y hombres.
Estos tienen un papel esencial a la hora de reducir las brechas y garantizar la igualdad real de las condiciones de vida de la sociedad en su conjunto, por eso tenemos que protegerlos y garantizar unas condiciones laborales justas y adecuadas.
Por todo ello, la normativa sobre planes de igualdad y registros retribuidos debe aplicarse también en la Administración Pública y a sus empresas, una Administración que debe ser ejemplo en materia laboral y en materia de igualdad y abordar el desafío de la igualdad efectiva de mujeres y hombres a través de los Servicios Públicos.
No nos engañemos: a la corresponsabilidad en nuestro país le queda mucho recorrido, los cuidados tienen rostro de mujer y, aunque algo se ha avanzado, la realidad es que el 90 % de las excedencias y permisos las solicitamos las mujeres, y que el 75 por ciento de la contratación a tiempo parcial la tenemos las mujeres. Todo esto dificulta enormemente la promoción profesional y conlleva una importante merma salarial que arrastramos durante toda nuestra vida, incluso en la jubilación.
Las Administraciones Públicas deben fomentar e impulsar la corresponsabilidad, y exigirlo también en las empresas con las que concierta servicios, porque afecta a toda la sociedad. Para eso necesitamos Servicios Públicos potentes con recursos suficientes y debemos huir de propuestas demagógicas sobre cuidados.
Los cuidados deben ser y estar profesionalizados y también tenemos que cuidar a la gente que cuida. Educar en igualdad y derribar las barreras de la desigualdad requiere voluntad y esfuerzo en formación y financiación.
Negociamos medidas dirigidas a fomentar la corresponsabilidad de forma que se reparta el tiempo de cuidados de forma equitativa entre mujeres y hombres. Revindicamos a las Administraciones Públicas servicios de atención, cuidado y educación que faciliten la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal.
Exigimos igualdad en el salario para trabajos de igual valor. Trabajamos para fomentar la igualdad de oportunidades en el acceso a puestos de dirección en las Administraciones Públicas, con el fin de evitar situaciones de discriminación.
Desde UGT Servicios Públicos vamos a continuar trabajando desde el compromiso que tenernos con los derechos de las y los trabajadores, y de esta forma apostamos por la igualdad en la negociación y por la puesta en marcha de los planes de igualdad en La Rioja. Sin nosotras se para el mundo, no queremos ser más, ni ser menos, queremos ser simplemente iguales y tener las mismas oportunidades.