Los sindicatos que están negociando el IV Convenio Colectivo de Residencias y Centros de Día de La Rioja exigen a las patronales que pongan de su parte para dignificar el sector
La pasada semana se reunió la mesa negociadora del IV Convenio Colectivo de Residencias y Centros de Día de La Rioja, en la que las organizaciones sindicales que la componen expusieron a las empresas del sector la realidad de las plantillas.
En esta reunión, las organizaciones sindicales advirtieron que el sector que atraviesa una escasez importante de recursos humanos y sus trabajadoras padecen precariedad, ya que más del 60% cobra, aproximadamente, el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), incluso hay categorías profesionales a las que se les están aplicando tablas por debajo del SMI mensual.
Además, la jornada de trabajo anual está por encima de la media nacional, y se trabajan dos semanas más al año del equivalente a trabajar 37 horas semanales. Las organizaciones afirman que, a diario, hay personal trabajando en condiciones inadecuadas por no poder permitirse la pérdida económica que supone caer de baja, a pesar de los elevadísimos índices de absentismo que soporta el sector.
La prevención de riesgos es perfecta sobre el papel, pero, en la práctica, deja mucho que desear. Así, los cursos formativos ofertados no motivan a las plantillas y no se verifica su aprovechamiento.
Por otro lado, la conciliación familiar y laboral es ínfima, a causa de la elevada jornada de trabajo anual y su mala distribución en los turnos de trabajo. Esto hace que la gente rechace trabajar en el sector por la dificultad de poder conciliar y no existir siquiera contrapartida ni contraprestación alguna que mitigue dicho problema.
También denunciamos unas elevadísimas cargas de trabajo como consecuencia de las infames ratios de personal que recoge la normativa administrativa autonómica, que además se aplican a los contratos en vez de a las presencias por turno. Presencias, que, a su vez, se vulneran día sí y día también por la falta de personal.
Igualmente, los descansos semanales son reducidos y se incumplen muchas veces de forma sistemática, al solapar descansos semanales y diarios. Las jornadas diarias están distribuidas en tal forma que obligan a trabajar muchísimos días al año, impidiendo la desconexión necesaria física y mental.
Los sindicatos constatan que se produce la paradoja de que hay mucha gente trabajando con más de 60 años, y que tienen que cuidar a gente más joven que ellos, ya que el sector no cuenta con una edad de jubilación reducida ni las empresas aplican la jubilación parcial.
Por todo ello, consideramos que el sector necesita una serie de mejoras de gran calado. Estas propuestas han sido incluidas en la plataforma presentada a la Patronal y que ya nos han dicho que ven imposible asumir:
- Es necesaria una subida inminente de al menos un 25% en los próximos 3 años para equiparar los salarios al mercado laboral.
- Bajada de horas anuales de trabajo que nos equipare a las 37 horas semanales, e ir reduciendo paulatinamente hasta alcanzar las 35 horas semanales.
- Se requiere complementar al 100% las bajas por contingencias profesionales y comunes. Convertir la excelente prevención de riesgos que recoge la documentación y ser rigurosos en su aplicación.
- La oferta formativa debe ser incentivada y motivadora, con control posterior de su aprovechamiento, comprensión y aplicación.
- Más y mejores medidas de conciliación familiar y laboral, como tiempo retribuido para acompañamiento a consulta médica de familiares, ampliación del permiso de lactancia, aumento de los días de libre disposición, ventajas en servicios de guardería, etc.
- Es imprescindible mejorar los ratios de personal por usuario y vincularlos a las presencias y no a los contratos. Los descansos semanales han de ser de mínimo 2 días continuados para permitir una adecuada desconexión.
- Cumplimiento estricto del derecho a desconectar, y que las empresas no llamen constantemente a las plantillas en sus días libres.
- Calendarios con menos días de trabajo al año, para no tener la sensación de vivir en el centro de trabajo.
- La jubilación ordinaria no debería superar los 65 años, y se han de adoptar medidas para complementar la anticipada. Exigir la aceptación de las jubilaciones parciales, y posibilidad de no trabajar turnos de noche a partir de los 55 años.
