Desde que el pasado 1 de abril empezase a operar la empresa “Transporte Sanitario de La Rioja UTE” (FERROVIAL), tras adjudicarle el Gobierno de La Rioja el transporte sanitario en nuestra región, se han ido acumulando los problemas para el conjunto de trabajadores que pasaron subrogados, pese a las promesas que la propia Consejera de Sanidad les hizo antes de la adjudicación:
La Consejera de Sanidad, María Martín, hizo afirmaciones a los trabajadores antes de la subrogación como las siguientes: “… apoyando a muerte a los técnicos de ambulancias…”,“… interesa la profesionalización del sector…”,“… se ha mirado más por vosotros que por los pacientes…”, pero la realidad es bien distinta.
Son múltiples las carencias y deficiencias con las que los profesionales se enfrentan cada día en sus equipos y vehículos: faltan EPIS (equipos de protección individual), uniformes, ropa de abrigo, materiales, calefacción autónoma en la cabina asistencial, sillas oruga… Carencias y deficiencias que, además de afectar al normal funcionamiento y la operatividad de las ambulancias, pueden repercutir en la seguridad de los pacientes.
Las condiciones laborales han sufrido un considerable empeoramiento. La empresa ha modificado los acuerdos que tenían los trabajadores antes de la subrogación, avisando de que si los mismos no aceptaban las modificaciones, se procedería a rescindir los contratos con una indemnización de 20 días por año.
Se han producido (y hay anunciadas muchas más) reubicaciones de los puestos de trabajo no acordadas con la plantilla, tanto geográficas, como de jornada y de turnos de trabajo, que han venido acompañadas de una importante disminución en los salarios y de una inasumible pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores y sus familias.
En las ambulancias de servicios generales, debido al trasvase de profesionales a las bases de urgencias, se han modificado los calendarios pasando a realizar festivos y aumentando enormemente la carga de trabajo, lo que conllevará irremediablemente a todavía mayores demoras y peor servicio.
En los últimos 9 meses se ha movilizado fuera de sus bases, incluso de sus localidades de referencia, a vehículos A1 y SVB (de uso exclusivo del 061) destinados al servicio de urgencias, para realizar “ayudas” para movilizar a los pacientes de otros vehículos que sólo llevan un trabajador, para realizar altas hospitalarias, para realizar rutas de rehabilitación, etc…
Se ha abusado de los contratos en prácticas, que se están utilizando para cubrir puestos que deberían ser estructurales, (en los que se realizan las mismas tareas que el resto de profesionales desde el primer día), e incluso se ha llegado a aplicar estos contratos a trabajadores eventuales con muchos años de experiencia. Difícilmente se les puede aplicar a estos trabajadores unos contratos cuya finalidad es la de “permitir al trabajador aplicar sus conocimientos teóricos, facilitándole una práctica profesional”.
Desde el principio de la adjudicación se ha incumplido el pliego de condiciones con ambulancias paradas, bien restando un día por semana a determinados vehículos, o bien por no cubrir los permisos, vacaciones y otras licencias de los trabajadores de los mismos.
La Sección Sindical de la FeSP-UGT de La Rioja en la empresa hace responsable de esta situación a la Consejera de Salud, María Martín, y al Gobierno de La Rioja del Sr. Ceniceros, por haber permitido una rebaja de 1 millón de euros al año en la adjudicación de un servicio esencial de la sanidad pública como este y por haber generado un caos organizativo con las modificaciones incluidas en el pliego.
Estos recortes no llevan más que al deterioro del servicio y lo que es peor, a poner en riesgo la integridad física tanto de los trabajadores como de los ciudadanos riojanos.
Los trabajadores de las ambulancias, en todas sus categorías, prestan un servicio imprescindible para la ciudadanía y quieren hacerlo en las mejores condiciones, por lo que si esta situación de deterioro y conflicto continúa, no se descarta la realización de actos de protesta y movilizaciones en próximas fechas.