Los directivos deben estar dedicados a la gestión y coordinación, no a incrementar sus ingresos personales mediante prácticas que pueden ser percibidas como oportunistas y desleales
En el Consejo de Administración del SERIS celebrado este viernes, UGT Servicios Públicos La Rioja se ha mostrado en contra del proyecto de decreto por el que se establece la estructura orgánica y las funciones de la gerencia del Servicio Riojano de Salud, que recoge en su disposición adicional primera la actividad asistencial del personal directivo.
En este borrador del decreto se recoge una modificación para desregularizar esta normativa, con el único propósito de que las personas responsables en cargos directivos puedan cobrar sobresueldos a través de peonadas u horas extraordinarias. Desde UGT Servicios Públicos La Rioja consideramos que las personas que ostentan un cargo directivo deberían centrarse exclusivamente en su trabajo, ya que estos conllevan una gran responsabilidad y ya están bien remunerados.
En este sentido, en la disposición adicional primera del borrador, se recoge que los profesionales sanitarios nombrados en puestos directivos “podrán realizar actividad asistencial cuando las necesidades así lo requieran, o sea necesario para mantener la actualización de los conocimientos profesionales de este personal”. Desde UGT nos preocupa que, bajo el pretexto de necesidad, se abra la puerta a que estos directivos pudieran realizar actividad extraordinaria sin que se haya detallado específicamente cuáles son esas situaciones de “necesidad”.
Dudosa es la legalidad de esta actividad con el régimen de compatibilidad, lo que es claro es que no es ni ético ni estético, simplemente un traje a medida para que la dirección tanto médica como de enfermería cobren sobresueldos por encima de sus salarios de directivos.
UGT Servicios Públicos añade que este es un claro ejemplo de cómo las reformas mal concebidas pueden minar la ética y la transparencia en el sector público. En lugar de garantizar que estos cargos se enfoquen en sus funciones principales, el decreto abre la puerta a potenciales abusos y conflictos de interés. Los directivos deben estar dedicados a la gestión y coordinación, no a incrementar sus ingresos personales mediante prácticas que pueden ser percibidas como oportunistas y desleales.