Durante el mes de abril, médicos sin especialidad trabajaron hasta en 27 días, y en 11 ejercieron sin ningún tipo de supervisión de un facultativo especialista
UGT Servicios Públicos La Rioja ha denunciado este lunes en el Consejo Riojano de Salud que médicos sin especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria atienden las demandas de la población en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Logroño sin la supervisión de un facultativo especialista.
Durante el mes de abril, por ejemplo, alguno de estos médicos sin especialidad trabajaron hasta 27 días, y en 11 ejercieron sin ningún tipo de supervisión de un facultativo especialista. Esto no es algo puntual, viene ocurriendo mes a mes, lo que provoca que los médicos MIR (futuros especialistas) no quieran realizar su formación en el SUAP de Logroño, ya que quedan a cargo de médicos no habilitados para la formación de especialistas.
En la actualidad, sólo 3 de los 9 médicos del SUAP de Logroño cumplen con la legislación vigente y están en posesión de su especialidad, y uno de esos 3 trabaja a jornada parcial. UGT recoge la denuncia de las enfermeras del SUAP tras año y medio de hartazgo, en una situación profesional que les afecta profundamente y que compromete su salud física y mental, así como la seguridad y salud de la sociedad riojana.
En noviembre de 2022, las trabajadoras del centro comunicaron oficialmente a la Gerencia de Atención Primaria que en el SUAP trabajaban médicos sin especialidad que asumían las demandas de la población, alertando sobre la situación de riesgo para la seguridad del paciente. Estos médicos quedaban a cargo de la atención presencial domiciliaria urgente, así como de la hospitalización a domicilio que incluye los cuidados paliativos, pisos tutelados y todas las residencias de ancianos.
Esta atención se producía superando el rol de apoyo a los facultativos especialistas, que son los que deben atender a los pacientes en estas urgencias. Esta situación se había comunicado verbalmente a la Gerencia de Atención Primaria en varias ocasiones, pese a que no haya cambiado desde entonces.
Además, estos incidentes de seguridad sobre pacientes fueron comunicados al Ministerio de Sanidad a través del Sistema de Notificación y Registro de Incidentes y Eventos (SINAPS).
Con el cambio de gobierno, las trabajadoras se dirigieron a la nueva gerente para exponer el problema, sin que la actual dirección médica haya puesto ninguna solución. De hecho, se han contratado a más profesionales médicos sin especialidad, que siguen sin tener la titulación requerida para ejercer en los puestos de médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, sin ningún tipo de evaluación de las competencias.
Mientras tanto, se han perdido a médicos que sí cumplían con todos los requisitos para trabajar de acorde a la ley, médicos que si cumplían con el principio de igualdad que debe primar en la Administración Pública. En este sentido, existe una desigualdad entre estos dos colectivos: los que desarrollan su programa de Formación Sanitaria Especializada en Medicina Familiar y Comunitaria -vía MIR- y estos médicos sin especialidad.
Mientras a los primeros no se les permite, como indica la legislación actual, atender a pacientes sin la supervisión de un adjunto especialista, estos médicos sin especialidad y con menor formación no sólo se les permite ejercer, sino que quedan a cargo del Servicio de Urgencias de Atención Primaria del núcleo poblacional más grande de la comunidad.
También quedan a cargo, sin supervisión, de los cuidados paliativos domiciliarios, de la hospitalización a domicilio, residencias de ancianos, pisos tutelados e incluso atienden las llamadas en Coordinación Sanitaria del Centro de Urgencias y Emergencias (112).
Por último, las enfermeras alertan que esta situación no sólo les afecta a ellas, que se ven obligadas a enfrentarse a altos niveles de estrés y ansiedad, también al conjunto de los pacientes y al sistema de salud riojano. Asimismo, los 3 médicos del SUAP que sí cuentan con especialización también han elevado sus quejas al sentirse ninguneados.
De esta manera, piden que se tomen medidas concretas y efectivas para garantizar que todos los profesionales de la salud cumplan con los estándares legales y éticos para asegurar la calidad de la atención sanitaria.