La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de UGT no convoca, ni secunda, ni comparte la huelga del día 21 de mayo, promovida por CCOO, para las trabajadoras del tramo escolar de 0-3 años. Con el debido respeto institucional hacia las decisiones que CCOO considere libremente adoptar, cabe decir que esta movilización resulta completamente desafortunada, tanto por el momento en que se realiza -la víspera de la firma del convenio poco van a conseguir (si creían en esta huelga la tenían que haber hecho un año antes)-, como por los motivos que la fundamentan.
El preacuerdo alcanzado en la Mesa Negociadora para culminar con éxito la negociación del XII Convenio Colectivo de Educación Infantil ostenta la legitimidad necesaria, alcanzando incluso el 60% de la representatividad total.
Los incrementos salariales alcanzados están, en todos los casos, por encima de lo establecido en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC): 5,5% por ejemplo, en 2019 para las educadoras en escuelas privadas, llegando en algunas categorías a ser hasta del 20% en tres años.
El acuerdo contempla elementos pretendidos por todas las organizaciones sindicales durante la negociación, como que el complemento de perfeccionamiento profesional (CPP) no sea absorbible en ningún caso, que el complemento específico se considere a todos los efectos como salario base, que los incrementos salariales se hagan efectivos desde el día 1 del mes siguiente a la firma del convenio, que los pliegos de condiciones de las escuelas infantiles públicas de gestión privada recojan los incrementos salariales acordados en el nuevo convenio o conseguir que las patronales hayan retirado todas sus propuestas más lesivas de la negociación.
Por otra parte, conviene añadir que las congelaciones salariales desde el año 2012, a las que hacen referencia en la convocatoria de movilización, son la consecuencia directa de la falta de iniciativa en la mesa de negociación por parte de CCOO, que ha sido el sindicato mayoritario durante estos años y que nunca propuso incremento salarial alguno. Parece evidente que no han gestionado bien la mayoría sindical que les otorgaron los trabajadores y ahora derivan las responsabilidades propias al resto de organizaciones.
Asimismo, hay que señalar que quienes convocan la huelga han estado conformes con los contenidos que se han estado negociando del convenio hasta la 15° reunión de la comisión negociadora, de fecha 25 de abril, decidiendo en el último momento salirse de la negociación, a pesar de no haber cambios significativos y derivando su responsabilidad hacia las otras organizaciones sindicales. No es sindicalmente riguroso que, por su parte, quienes asisten a las reuniones alcancen acuerdos de los que posteriormente se retractan.
FeSP-UGT no acepta que se juegue con las trabajadoras y trabajadores, al tiempo que exige a CCOO, convocante de la huelga, que asuma su responsabilidad y haga autocrítica. Lo contrario es arrastrar a las trabajadoras del sector a una huelga que únicamente sirve para justificar su ausencia de la firma. Por estas, entre otras razones, FeSP-UGT ni convoca ni secunda la huelga de Educación Infantil.