Como profesional del Servicio Riojano de Salud, y en relación con el malestar de los profesionales de Atención Primaria en La Rioja, quiero aportar alguna cuestión que ayude a esclarecer esta situación que tiene su origen en la gestión sanitaria que se ha seguido en nuestra comunidad.
Desde las transferencias sanitarias del antiguo Instituto Nacional de la Salud, INSALUD, a la Comunidad Autónoma de La Rioja, llevadas a cabo entre los años 2001-2002, los profesionales nos hemos visto relegados por la Consejería de Salud de La Rioja.
En ese mismo momento, desapareció la gerencia de Atención Primaria del organigrama del Servicio Riojano de Salud.
También se eliminó de un plumazo la Junta técnico-asistencial de la estructura del SERIS, que suponía un órgano de participación vital y que representaba la voz profesional en el ámbito hospitalario ante la Administración sanitaria del INSALUD.
Más tarde, llegó el Sr. Soto, consejero de Salud, quién cesó de un día para otro a varios jefes de Servicio del Hospital San Millán, aprovechando la obligatoriedad de la jubilación a los 65 años.
A partir de ese momento, se entró en una etapa oscura en el SERIS en la que los nombramientos de las jefaturas fueron irregulares, echando mano de un procedimiento de “libre designación a la riojana”, que significó que los responsables de las diferentes áreas hospitalarias y de centros de salud se nombrasen “a dedo” desde la Consejería de Salud, con clara discrecionalidad política.
Tuvo que ser una sentencia judicial, favorable a UGT, la que dictaminó en enero de 2016 que la Consejería de Salud riojana estaba incurriendo en un abuso de la figura de la libre designación, nombrando a personal temporal y sin que mediara convocatoria pública alguna. Fue a partir de esa sentencia cuando la Administración empezó a publicar las convocatorias correspondientes para cubrir progresivamente las jefaturas de Servicio.
Estos hitos han sido cruciales en la gestión sanitaria de estas dos últimas décadas en La Rioja, y han supuesto la desaparición de la opinión de los profesionales frente a unos gestores sanitarios politizados que han marcado la evolución de nuestro sistema sanitario público. Durante todo este tiempo, los objetivos de la política sanitaria del Gobierno regional se han impuesto a las cuestiones técnico-profesionales.
Otra decisión capital, causante directa de la sobrecarga que sufre el personal médico, tanto en Atención Primaria como Especializada, fue la de centralizar las citas de la Consejería de Salud a través del Servicio de Admisión. En tiempos del INSALUD, era cada Servicio quien citaba sus agendas de trabajo, mejor adaptadas a las demandas asistenciales, acordadas previamente con la gerencia correspondiente. A partir de las transferencias, este modelo desapareció, y se impuso una citación directamente controlada por la Consejería.
Esta manera de proceder de nuestros gestores ha supuesto un mazazo a la autonomía y autoestima de los profesionales, que hemos visto impotentes cómo progresivamente aumentaba el número de personas citadas en las agendas diarias, sin que se tuviera en cuenta la calidad asistencial. Hasta el punto de que este aumento no parece tener fin, incluso con citas de varios pacientes a una misma hora, como están denunciando nuestros compañeros de Atención Primaria.
A los profesionales se nos está utilizando en la agenda política de los gobernantes de turno, olvidando que los médicos estamos comprometidos con un código deontológico, de obligado cumplimiento, que pasa por velar por la calidad de la asistencia que damos a los pacientes.
Esto hace tiempo que se veía venir, y aunque hasta ahora, por responsabilidad, hemos asumido esta sobrecarga de trabajo, ha llegado el momento de decir basta, puesto que nosotros, como trabajadores públicos, somos los garantes de la calidad y seguridad de la asistencia a los pacientes, y es nuestro deber defenderlas.
Trabajamos para preservar la salud de las personas, no en una cadena de montaje de tornillos y, por eso, pedimos a nuestros gestores RESPETO A LOS PROFESIONALES y, por ende, a los ciudadanos.
Que no nos confundan con agendas políticas partidistas que no nos competen y que no deberían interferir, en ningún caso, en nuestro fin principal, que es ofrecer una SANIDAD DIGNA para todos los riojanos.
Pilar García López de Lacalle
Médico del Servicio Riojano de Salud y secretaria del Sector de Sanidad de FeSP-UGT de La Rioja