Logroño, 20 de diciembre de 2017
El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Logroño está sufriendo un total abandono por parte de este equipo de gobierno, hasta el punto de no poder garantizar los servicios mínimos establecidos por el propio ayuntamiento para una primera emergencia.
Esto se agrava si la intervención es fuera del municipio, porque el parque queda sin efectivos, y la ciudadanía logroñesa desatendida ante cualquier otra emergencia.
La única solución adoptada por el Ayuntamiento ha sido obligar a trabajar a los bomberos fuera de su jornada laboral mediante resolución de alcaldía, durante más de dos años.
Para UGT está solución es irresponsable e ineficaz porque la llamada a esos refuerzos no es inmediata y Logroño queda sin servicio de extinción de incendios durante un mínimo de 30 minutos.
Éste es el origen del conflicto del colectivo de bomberos con el Ayuntamiento de Logroño, pues estos funcionarios municipales observan con frustación como los ciudadanos logroñeses están expuestos diariamente a una desprotección evitable.
La respuesta de la corporación ante este conflicto ha sido tratar de silenciar al colectivo a través de un expediente disciplinario sobre los 23 bomberos que formaban parte en los tres turnos de trabajo de un día de servicio, amenazándoles con hasta 3 años de suspensión de empleo y sueldo por el sólo hecho de haber ido a trabajar ese día.
Tal y como cita el apartado 2 de dicho expediente disciplinario, se identifica a todo el personal que prestó sus servicios el día que sucedieron los hechos.
Sin embargo, no se acusa a todo el personal presente en las instalaciones ese día, cuyo número es mucho mayor (jefatura, personal de limpieza, administración, protección civil….), señalando sólo a los bomberos.
FeSP-UGT entiende que se trata de una persecución contra los trabajadores cuya única finalidad es amedrentarlos, distrayendo la atención pública del problema real y lo que es más grave, manchando la imagen del bombero logroñés de cara a la opinión pública, servicio con más de 100 años de antigüedad caracterizado por su profesionalidad y compromiso con la ciudadanía, a quien se debe.
FeSP-UGT exige a Miguel Sainz que demuestre las acusaciones públicas manifestadas sobre la plantilla de bomberos.
En cualquier caso el daño ya está hecho y poco le importan las carencias en gestión, formación, material y personal, ni que el Parque de Bomberos disponga de menos bomberos que cuando Logroño contaba con la mitad de población, que no se puedan atender dos siniestros simultáneos o que con la plantilla actual se dé servicio a la Ciudad de Logroño y a más de 50 municipios de La Rioja, Navarra, y Rioja Alavesa.
Miguel Sainz debe responsabilizarse de su mala gestión, ya que demuestra una total incapacidad al obligar durante dos años a trabajar fuera de su jornada a un colectivo bajo amenaza de sanción, no dando una solución real y efectiva que asegure un servicio de calidad y que garantice la seguridad de los ciudadanos logroñeses.